jueves, 28 de mayo de 2020

GNOSEOLOGÍA


I)

EL CONOCIMIENTO    Fragmento de J. Hessen
La relación  sujeto que conoce y objeto conocido.

El conocimiento es algo tan  próximo a nosotros que no nos percatamos de que está ahí;  es una realidad tan cercana que la confundimos con nuestro propio yo. Vivir es, en gran medida, conocer; conocemos lo que  nos rodea ahora, nuestros sentimientos, lo que aprendemos en clase, nuestro propio cuerpo.  De todo ello tenemos consciencia.  Pero ¿Qué es en realidad  eso que llamamos conocimiento?


“(…) En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto. El conocimiento s presenta  como  una  relación entr estos  dos  miembros, que  permanecen en  ella eternamente separados el uno del otro. El dualismo de sujeto y objeto pertenece a la esencia del conocimiento.

La relación entre los dos miembros es a la vez una correlación. El sujeto sólo es sujeto para un objeto y el objeto sólo es objeto para un sujeto. Ambos sólo son lo que son en cuanto son para el otro. Pero esta correlación no es reversible. Ser sujeto es algo completamente distinto que ser objeto. La función del sujeto consiste en aprehender el objeto, la del objeto en ser aprehensible y aprehendido por el sujeto.

Vista desde el sujeto, esta aprehensión se presenta como una salida del sujeto fuera de su propia esfera, una invasión en la esfera del objeto y una captura de las propiedades de éste. El objeto no es arrastrado, empero, dentro de la esfera del sujeto, sino que permanece trascendente a él. No en el objeto, sino en el sujeto, cambia algo por obra de la función de conocimiento. En el sujeto surge una cosa que contiene las propiedades del objeto, surge una "imagen" del objeto.(…)”.
Hessen, J., Teoría del conocimiento, Madrid, Espasa Calpe. 1966, p. 26

ACTIVIDAD:

1)      Explica el significado de lo que el autor califica como  “dualismo”
2)      Por qué se afirma que entre sujeto  y objeto hay “correlación”
3)      Por qué tal correlación “no es reversible”
4)      Explica el significado de “trascendente”
5)      ¿Cómo diferencias un perro que trata de morderte en un sueño de uno real?
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II)
 POSIBILIDADES DEL CONOCIMIENTO

¿ES POSIBLE CONOCER?

Esta pregunta resulta de la relación que se establece entre sujeto y objeto; es decir, ¿es posible que el sujeto aprehenda las cualidades del objeto?

DOGMATISMO

Plantea que sí es posible. Afirma que el sujeto puede captar las cualidades del objeto sin alterarlo. La verdad es absoluta y no  se cuestiona

Representante: Regímenes totalitarios, Dogma de la iglesia.
Ejemplo: Una persona puede conocer un objeto tal como es.

ESCEPTICISMO

Plantea que no es posible el conocimiento. No niega actos del conocimiento, sino que rechaza los juicios producto de este acto.
Existen las siguientes variantes:

- Escepticismo radical: Niega la posibilidad de cualquier conocimiento, tanto sensorial como racional. Plantea que es preferible la suspensión de cualquier afirmación o juicio.
Representantes: Cratilo, Pirrón de Elea, Gorgias
Ejemplo: No existen juicios válidos porque todo cambia.

- Escepticismo religioso o agnosticismo: Declara inaccesible al entendimiento humano toda noción de Dios.
Ejemplo: No es posible conocer el espíritu divino.

- Solipsismo: Solo se está seguro de las propias vivencias. Solo existe el sujeto y su conciencia.
Representante: Fichte.

RELATIVISMO

Plantea que es posible un tipo de conocimiento relativo a un determinado grupo social o cultural, pero niega el conocimiento absoluto o universal. Para el relativismo no hay verdades reconocidas por todos y esto determina, en el plano de la acción, la falta de criterios firmes para evaluar y  elegir.
Representantes: Protágoras “El hombre es la medida de todas las cosas.  Ya que para el              individuo las cosas parecen ciertas algunas cosas, pero no para otros”.
Ejemplo: Las creencias y costumbres varían en cada grupo social.

CRITICISMO
Plantea que el conocimiento es posible dentro de ciertas condiciones. Afirma que sólo se conoce el fenómeno (que es la manera como aparece la cosa ante nuestros sentidos), pero no la realidad tal como es (cosa en sí: noúmeno).
Representante y fundador: Enmanuel Kant
Obra: Crítica de la Razón Pura.

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III)       FUENTES DEL CONOCIMIENTO

DAVID HUME   EMPIRISMO


El empirismo sostiene que todos nuestros conocimientos se originan en la experiencia y por esto la experiencia sería también el lugar donde validarlos.  Se opone al racionalismo afirmando la imposibilidad de las ideas innatas postuladas por Descartes.  Nada puede ser admitido antes de la experiencia.  Nuestra facultad de conocimiento es una tabla rasa, es decir sin contenidos previos, y todo lo que imprimamos en ella provendrá de la experiencia.
Hume consideró que Newton había construido una sólida visión de la naturaleza física con el método de observación y experimentación.  Él buscó aplicar el mismo método a la naturaleza humana.  Esta ciencia resultaría muy importante ya que si conocemos el alcance y la fuerza del entendimiento humano, la naturaleza de las ideas y las operaciones que realizamos en los razonamientos, el resultado sería el progreso para todas las ciencias. Para eso, había que abandonar el método seguido hasta ese momento por la filosofía tradicional y proceder de otra manera:
“Explicando los principios de la naturaleza humana llegar a un sistema de todas las ciencias construido sobre una base nueva y segura”.
Se trataba de renunciar a toda aspiración metafísica que nos quisiera llevar más allá de la experiencia, ya que ésta es el límite.
La ciencia humana no puede dar razones últimas y establecer principios que no estén basados en la autoridad de la experiencia. 
Hume: “No creo que el filósofo que se aplicase con tal seriedad a explicar los principios últimos del alma llegara a mostrarse gran maestro en esa ciencia de la naturaleza humana que pretende explicar.”

IMPRESIONES E IDEAS

El primer principio de la ciencia de la naturaleza humana dice así: “Todas las ideas simples provienen mediata o inmediatamente de las correspondientes impresiones!.
Todos los contenidos de nuestra mente son o bien impresiones o bien ideas.  Las impresiones son percepciones muy fuertes, son nuestras sensaciones, pasiones, emociones, sentimientos.  En cambio, las ideas son copias o imágenes debilitadas de las impresiones cuando pensamos y razonamos.  La diferencia entre pensar y sentir radica en su grado de intensidad.  Toda percepción es sentida de modo fuerte como impresión y pensada de modo débil como idea.  La impresión es originaria y la idea es dependiente.  La impresión genera ideas, pero no a la inversa.
Hume diferencia las impresiones e ideas simples de las complejas.  Impresiones e ideas simples son aquellas que no admiten distinción  ni separación de partes, por ejemplo: el color, sabor olor.  Las impresiones e ideas complejas son aquellas que admiten división en partes, ya que se componen de impresiones e ideas simples respectivamente.  Por ejemplo la impresión de manzana reúne en una o varias impresiones simples: color, aroma etc.
¿Cómo se combinan las ideas simples para producir ideas complejas? Según ciertos principios:
a)      Semejanza: pasamos de una idea a otra porque nos resulta semejante.  Ej. Vemos una foto y nos imaginamos a la persona;
b)      Contigüidad: pasamos de una idea a otra porque se halla conectada en tiempo y espacio.  La idea de aula nos evoca nuestro tiempo de estudiantes.
c)       Causa-efecto: pasamos de una idea a otra cuando el objeto representado por una idea produce un movimiento o acción en otro.  Ej: escuchamos el silbato del guarda y corremos a tomar el tren.
El segundo principio de la ciencia de la naturaleza humana dice así:
“Para probar la validez de las ideas que se discuten es preciso indicar cuál es la impresión correspondiente”
Esto significa que no hay idea que pueda considerarse válida si no se corresponde con una impresión.  Esto es lo que el empirismo y luego el positivismo tomarán como criterio de cientificidad de una teoría, lo que se llamará la base empírica de la ciencia.
Por eso la ciencia, para Hume, utilizará razonamientos inductivos.  Los razonamientos inductivos son aquellos que parten de datos de hechos, los cuales se obtienen por observación y experimentación. Lo contrario de estos datos siempre es posible, ya que dependen de la experiencia, y ésta no nos indica que algo deba ser así necesariamente, ya que siempre puede aparecer el hecho que invalide a otro.  Estos razonamientos no tienen necesidad lógica.
CRÍTICA AL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD
Hume dice que ningún análisis de la idea de causa nos permite descubrir el efecto que de allí se deriva.  Esto quiere decir que en la relación causa-efecto están presentes:
a)      Contigüidad espacio-temporal y la sucesión: vemos que a un hecho sigue siempre otro.  Esto lo da la experiencia;
b)      La conexión necesaria: por haber experimentado una conexión continua entre dos hechos establecemos nosotros una relación necesaria entre ambos, sobre la base de la costumbre de constatar la regularidad con que se suceden al punto que dada la causa esperamos el efecto, y viceversa.
c)       Costumbre, es el principio sobre la base del cual nosotros ponemos un nexo necesario, y causa la tendencia a esperar que se produzcan regularidades. La costumbre genera en nosotros una creencia, esto es que nos infunde la convicción de la relación causa-efecto.
CRITICA A LA IDEA DE SUSTANCIA

Dice Hume: “La idea de sustancia no es sino una colección de ideas simples unidas por la imaginación y que poseen un nombre particular asignado a ellas, mediante el cual somos capaces de recordar esa colección.”
Significa que captamos grupos de impresiones e imaginamos que existe un principio que las une y garantiza la solidez y la permanencia del conjunto.  Por lo cual podemos darle un nombre a cada grupo de  impresiones, ejemplo silla, gato etc.  Como de ese principio, la sustancia, no tenemos experiencia lo ponemos por costumbre para unificar nuestra percepción. La sustancia no existe, ya que de ella no tenemos impresión.
Lo mismo se sostiene respecto de la existencia del yo como realidad subsistente e idéntica a sí mismo: Hume dice que no tenemos impresión de yo, sino de sentimientos, pasiones, emociones, pensamientos y referimos todas las vivencias a un centro: el yo.  Esto se basa sobre la costumbre.
El problema al que se enfrenta el empirismo queda claramente planteado con Hume y a partir de Hume. Si la ciencia tiene como base la experiencia, utiliza el modo de razonar inductivo.  Ahora bien, ¿cómo fundamenta la ciencia su universalidad y su carácter de necesidad, es decir, que un conocimiento deba ser de esa manera y no admita ser de otra?

Hume se da cuenta de que la inducción  no nos proporciona universalidad ni necesidad en los razonamientos, sino más bien generalidad, bajo la forma de la probabilidad, como cuando decimos; el calor dilata al oro; el calor dilata al bronce, el calor dilata al hierro, por consiguiente, probablemente el calor dilate a todos los metales.  No hicimos la experiencia con todos los metales pero dadas las experiencias realizadas podemos pensar que esto se va a cumplir en todos los casos, y entonces procedemos a aplicar llo que pasa en algunos casos a todos los casos.  Esto lo hacemos motivados por la costumbre que nos lleva a esperar regularidades en la naturaleza.  

















John Locke (16321704).





Locke combate con toda decisión la teoría de las ideas innatas. El alma es un "papel blanco", que la experiencia cubre poco a poco con los trazos de su escritura.



“Supongamos, pues, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco, limpio de toda instrucción, sin ninguna idea. ¿Cómo llega entonces a tenerla? [...] ¿De dónde extrae todo ese material de la razón y del conocimiento? A estas preguntas contesto con una sola palabra: de la experiencia; he aquí el fundamento de todo nuestro saber, y de donde en última instancia se deriva: «las observaciones que hacemos sobre los objetos sensibles externos, o sobre las operaciones internas de nuestra mente, las cuales percibimos, y sobre las que reflexionamos nosotros mismos, son las que proveen a nuestro entendimiento de todos los materiales del pensar». Estas son las dos fuentes de conocimiento de donde parten todas las ideas que tenemos o que podemos tener de manera natural.”



Hay una experiencia externa (sensación) y una experiencia interna (reflexión).

Los contenidos de la experiencia son ideas o representaciones, ya simples, ya complejas. Estas  últimas  se  componen  de  ideas  simples.  Las  cualidades  sensibles  primarias  y  secundarias pertenecen a estas ideas simples. Una idea compleja es, por ejemplo, la idea de cosa o de sustancia que es la suma de las propiedades sensibles de una cosa. El pensamiento no agrega un nuevo elemento, sino que se limita a unir unos con otros los distintos datos de la experiencia. Por lo tanto, en nuestros conceptos no hay contenido nada que no proceda de la experiencia interna o externa. En la cuestión del origen psicológico del conocimiento, Locke adopta, por ende, una posición rigurosamente empirista.


“Todo lo que la mente percibe en sí misma, o todo lo que es el objeto inmediato de percepción, o de pensamiento, o de entendimiento, es a lo que yo llamo idea; y al poder de producir una idea cualquiera en nuestra mente lo llamo cualidad del sujeto en el que radica este poder. La bola de nieve puede producir en nosotros las ideas de blanco, frío y redondo; a esas potencias que producen en nosotros estas ideas, en tanto en cuanto se encuentran en la bola de nieve, las llamo cualidades; y en cuanto son sensaciones o percepciones en nuestro entendimiento, las llamo ideas; y si algunas veces me refiero a estas ideas como si se encontraran en los mismos objetos, quiero que se me entienda que me refiero a esas cualidades en aquellos objetos que nos producen esas ideas.
Consideradas de esta manera, las cualidades en los cuerpos son, en primer lugar, aquellas que son totalmente inseparables de un cuerpo, sea cual fuere el estado en que se encuentren, y de tal naturaleza que las conserva de manera constante en todas las alteraciones y cambios que dicho cuerpo pueda experimentar por razón de una fuerza mayor ejercida sobre él. Estas cualidades son de tal naturaleza que las encuentran los sentidos de manera constante en toda partícula de materia que tenga la suficiente consistencia para ser percibida [...] Llamo a estas cualidades, cualidades originales o primarias de un cuerpo, y creo que podemos advertir que producen en nosotros las ideas simples de la solidez, la extensión, la forma, el movimiento, el reposo y el número.
Pero, en segundo lugar, existen unas cualidades que realmente no son nada en los objetos mismos, sino potencias para producir en nosotros diversas sensaciones por medio de sus cualidades primarias, es decir, por la extensión, la forma, la textura y el movimiento de sus partes insensibles. A estas cualidades, como son los colores, sonidos, gustos, etc., las llamo cualidades secundarias. Se podría añadir una tercera clase, que todo el mundo admite que no son potencias, aunque sean cualidades tan reales en el sujeto como a las que yo, para seguir la manera común de hablar, llamo cualidades, pero que para diferenciarlas denomino cualidades secundarias. Porque la potencia que tiene el fuego para producir un nuevo color o distinta consistencia en la cera o el barro por medio de sus cualidades primarias es tanto una cualidad en el fuego como lo es la potencia que tiene para producir en mí una nueva idea o sensación de calor que no tenía antes por miedo de esas mismas cualidades primarias, es decir, extensión, textura y movimiento de sus partes.”

Otra cosa es la cuestión del valor lógico. Aunque todos los contenidos del conocimiento proceden de la experiencia enseña Locke, su valor lógico no se limita en modo alguno a la experiencia. Hay, por el contrario, verdades que son por completo independientes de la experiencia y, por tanto, universalmente válidas. A ellas pertenecen ante todo las verdades de la matemática. El fundamento de su validez no reside en la experiencia, sino en el pensamiento.


 EL EMPIRISMO

El empirismo (de έμπειρία = experiencia) opone a la tesis del racionalismo (según la cual el pensamiento, la razón, es la verdadera fuente del conocimiento) la antítesis que dice: la única fuente del conocimiento humano es la experiencia. En opinión del empirismo, no hay ningún patrimonio a priori de la razón. La conciencia cognoscente no saca sus contenidos de la razón, sino exclusivamente de la experiencia. El espíritu humano está por naturaleza vacío; es una tabula rasa, una hoja por escribir y en la  que  escribe  la  experiencia.  Todos  nuestros  conceptos,  incluso  los  más  generales  y  abstractos, proceden de la experiencia.

Mientras el racionalismo se deja llevar por una idea determinada, por un ideal de conocimiento, el empirismo parte de los hechos concretos. Para justificar su posición acude a la evolución del pensamiento y del conocimiento humano. Esta evolución prueba, en opinión del empirismo, la alta importancia de la experiencia en la producción del conocimiento. El niño empieza por tener percepciones concretas.  Sobre  la  base  de  estas  percepciones  llega  paulatinamente  a  formar  representaciones generales y conceptos. Éstos nacen, por ende, orgánicamente de la experiencia. No se encuentra nada semejante a esos conceptos que existen acabados en el espíritu o se forman con total independencia de la experiencia. La experiencia se presenta, pues, como la única fuente del conocimiento.

Mientras los  racionalistas proceden de  la  matemática las  más  de  las  veces,  la  historia del empirismo revela que los defensores de éste proceden casi siempre de las ciencias naturales. Ello es comprensible. En las ciencias naturales, la experiencia representa el papel decisivo. En ellas se trata sobre todo de comprobar exactamente los hechos, mediante una cuidadosa observación. El investigador está completamente entregado a la experiencia. Es muy natural que quien trabaje preferente o exclusivamente con arreglo a este método de las ciencias naturales, propenda de antemano a colocar el factor empírico sobre el racional. Mientras el filósofo de orientación matemática llega fácilmente a considerar el pensamiento como la única fuente del conocimiento, el filósofo procedente de las ciencias naturales propenderá a  considerar la  experiencia como  la  fuente  y  base  de  todo  el  conocimiento humano.

Suele  distinguirse  una  doble  experiencia: la  interna  y  la  externa.  Aquélla  consiste  en  la percepción de sí mismo, ésta en la percepción por los sentidos. Hay una forma del empirismo que sólo admite esta última. Esta forma del empirismo se llama sensualismo (de sensus = sentido).

Ya en la Antigüedad tropezamos con ideas empiristas. Las encontramos primero en los sofistas y más tarde especialmente entre los estoicos y los epicúreos. En los estoicos bailamos por primera vez la comparación del alma con una tabla de escribir, imagen que se repite continuamente desde entonces. Pero el desarrollo sistemático del empirismo es obra de la Edad Moderna, y en especial de la filosofía inglesa de los siglos XVII y XVIII.

 

DESCARTES:
MEDITACIONES METAFÍSICA:.

Pero ¿qué soy pues? Una cosa que piensa. ¿Qué es una cosa que piensa? Es una cosa que duda, que concibe, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que también imagina y siente.  Por cierto no es poco  todas estas cosas pertenecen a mi naturaleza.  Pero ¿por qué no pertenecerían a ella? ¿No soy acaso el mismo que ahora duda de casi todo, que sin embargo entiende y concibe ciertas cosas, que asegura  y afirma que sólo éstas son verdaderas, que niega todas las demás, que quiere y desea conocer más que no quiere ser engañado, que imagina muchas cosas, incluso algunas a pesar suyo, y que siente también muchas como por intermedio de los órganos del cuerpo? ¿Hay algo de todo esto que no sea tan verdadero como es cierto que soy y que existo, aun cuando durmiera siempre y aquel que me ha dado el ser empleara todas sus fuerzas para engañarme? ¿Alguno  de esos atributos puede ser distinguido de mi pensamiento o puede decirse que exista separado de mi mismo? Pues es de suyo tan evidente que soy yo el que duda, el que entiende y el que desea, que no es necesario añadir nada aquí para explicarlo..


ACTIVIDAD:

Qué significa “soy una cosa que piensa?







ACTIVIDAD FINAL:


Luego de estudiar el racionalismo (Descartes)  y el empirismo (Hume o Locke), compara las posturas de los filósofos y busca diferenciar los pensamientos de cada uno de ellos.
 




  EL RACIONALISMO

La posición epistemológica que ve en el pensamiento, en la razón, la fuente principal del conocimiento humano, se llama racionalismo (de ratio = razón). Según él, un conocimiento sólo merece, en realidad, este nombre cuando es gicamente necesario y universalmente válido. Cuando nuestra razón juzga que una cosa tiene que ser así y que no puede ser de otro modo; que tiene que ser así, por tanto,  siempre  y  en  todas  partes,  entonces  y  sólo  entonces  nos  encontramos ante  un  verdadero conocimiento, en opinión del racionalismo. Un conocimiento semejante se nos presenta, por ejemplo, cuando formulamos el juicio "el todo es mayor que la parte" o "todos los cuerpos son extensos". En ambos casos vemos con evidencia que tiene que ser así y que la razón se contradiría a sí misma si quisiera sostener lo contrario. Y porque tiene que ser así, es también siempre y en todas partes así. Estos juicios poseen, pues, una necesidad lógica y una validez universal rigurosa.
Cosa muy distinta sucede, en cambio, con el juicio "todos los cuerpos son pesados", o el juicio "el agua hierve a cien grados". En este caso sólo podemos juzgar que es así, pero no que tiene que ser así.
En y por sí es perfectamente concebible que el agua hierva a una temperatura inferior o superior; y tampoco significa una contradicción interna representarse un cuerpo que no posea peso, pues la nota del peso no está contenida en el concepto de cuerpo. Estos juicios no tienen, pues, necesidad lógica. Y asimismo les falta la rigurosa validez universal. Podemos juzgar únicamente que el agua hierve a los cien grados y que los cuerpos son pesados, hasta donde hemos podido comprobarlo. Estos juicios sólo son válidos, pues, dentro de límites determinados. La razón de ello es que, en estos juicios, nos hallamos atenidos a la experiencia. Esto no ocurre en los juicios primeramente citados. Formulamos el juicio "todos los cuerpos son extensos", representándonos el concepto de cuerpo y descubriendo en él la nota de la extensn. Este juicio no se funda, pues, en ninguna experiencia, sino en el pensamiento. Resulta, por lo tanto, que los juicios fundados en el pensamiento, los juicios procedentes de la razón, poseen necesidad lógica y validez universal; los demás, por el contrario, no. Todo verdadero conocimiento se funda, según esto así concluye el racionalismo, en el pensamiento. Éste es, por ende, la verdadera fuente y base del conocimiento humano.

Una forma determinada del conocimiento ha servido evidentemente de modelo a la interpretación racionalista del conocimiento. No es difícil decir cuál es: es el conocimiento matemático. Este es, en efecto, un conocimiento predominantemente conceptual y deductivo. En la geometría, por ejemplo, todos los conocimientos se derivan de algunos conceptos y axiomas supremos. El pensamiento impera con absoluta independencia de toda experiencia, siguiendo sólo sus propias leyes. Todos los juicios que formula se distinguen, además, por las notas de la necesidadgica y la validez universal. Pues bien, cuando se interpreta y concibe todo el conocimiento humano con arreglo a esta forma del conocimiento, se llega al racionalismo. Es ésta, en efecto, una importante razón explicativa del origen del racionalismo, según veremos tan pronto como consideremos de cerca la historia del mismo. Esta historia revela que casi todos los representantes del racionalismo proceden de la matemática.



La forma más antigua del racionalismo se encuentra en Platón. Éste se halla convencido de que todo verdadero saber se distingue por las notas de la necesidad lógica y la validez universal. Ahora bien, el mundo de la experiencia se encuentra en un continuo cambio y mudanza. Consiguientemente, no puede procurarnos un verdadero saber. Con los eleáticos, Platón está profundamente penetrado de la idea de que los sentidos no pueden conducirnos nunca a un verdadero saber. Lo que les debemos no es una episteme, sino una doxa; no es un saber, sino una mera opinión. Por ende, si no debemos desesperar de la posibilidad del conocimiento, tiene que haber además del mundo sensible otro suprasensible, del cual saque nuestra conciencia cognoscente sus contenidos. Platón llama a  este mundo suprasensible el mundo de las Ideas. Este mundo no es meramente un orden lógico, sino a la vez un orden metafísico, un reino de esencias ideales metafísicas. Este reino se halla, en primer término, en relación con la realidad empírica. Las Ideas son los modelos de las cosas empíricas, las cuales deben su manera de ser, su peculiar esencia, a su "participación" en las Ideas. Pero el mundo de las Ideas se halla, en segundo lugar, en relación con la conciencia cognoscente. No sólo las cosas, también los conceptos por medio de los cuales conocemos las cosas son copias de las Ideas, proceden del mundo de las Ideas. Pero ¿cómo es esto posible? Platón responde con su teoría de la anamnesis. Esta teoría dice que todo conocimiento es una reminiscencia. El alma ha contemplado las Ideas en una existencia pre terrena y se acuerda de ellas con  ocasión de  la  percepción sensible. Esta  no  tiene,  pues, la  significación de  un  fundamento del conocimiento espiritual, sino tan sólo la significación de un estímulo. La médula de este racionalismo es la teoría de la contemplación de las Ideas. Podemos llamar a esta forma de racionalismo, racionalismo trascendente.




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IV)


MODELOS EXPLICATIVOS DE LA REALIDAD: IDEALISMO - RACIONALISMO



 PLATÓN                             APARIENCIA Y REALIDAD



La alegoría de la caverna: la cárcel corpórea y la sombra de las ideas; la ascensión  a la luz de lo inteligible


Compara nuestra naturaleza a una condición de este género...En una caverna subterránea, con una entrada tan grande como la caverna toda, abierta hacia la luz, imagina hombres que se hallan ahí desde que eran niños, con cepos en el cuello y en las piernas, sin poder moverse ni mirar en otra dirección sino hacia adelante, impedidos de volver la cabeza por las cadenas.   Y lejos y en lo alto, detrás a sus espadas, arde una luz de   fuego, y en el espacio intermedio entre el fuego y los prisioneros, asciende un camino, a lo largo del cual se levanta un muro, a modo de los reparos colocados entre los titiriteros y los espectadores, sobre os que ellos exhiben sus habilidades.  –Me lo imagino perfectamente, dijo.  –Contempla a lo largo del muro hombres que llevan diversos cosas que sobresalen sobre el nivel del muro, estatuas y otras figuras animales en piedra o madera y artículos fabricados de todas las especias…Éstos ante todo ¿crees quizás, que pueden ver alguna otra cosa, de si mismos y de los otros, sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la pared de la caverna que está delante de ellos?... ¿Y también de la misma manera respecto a los objetos llevados a lo largo del muro?
Pues si pudiesen hablar entre ellos, ¿no crees que opinarán de poder hablar de éstas (sombras) que ven como si fuesen objetos reales presentes?...Sin duda, en tales condiciones, no creerán que lo verdadero fuese otra cosa sino las sombras de los objetos…Y alzarse y girar el cuello y caminar y mirar hacia la luz…¿no sentiría dolor en los ojos, y huirá, volviéndose a las sombras que puede mirar, y no creerá que éstas son más claras que los objetos que le hubieran mostrado? – Sí…-Y si alguien lo arrastrase por la fuerza por la áspera y ardua salida y no lo dejase antes de haberlo llevado a la luz del sol, ¿no se quejaría y no se  irritaría de ser arrastrado, y después, llegado a la luz y con  los  ojos deslumbrados, podría ver siquiera una de las cosas verdaderas? –No, ciertamente, en el primer instante. –Sería necesario que se habituara para mirar los objetos de ahí arriba.  Y, al principio, vería más fácilmente las sombras, y después  las imágenes de los hombres reflejadas en el agua y, después, los cuerpos mismos; en seguida los del cielo, y al mismo cielo, le sería más fácil mirarlo de noche…Y por último, creo, el sol…por sí mismo…después de esto, recién entonces comprenderá que éste (el sol) regula todas las cosas en la región visible y es causa
también, en cierta manera de todas aquellas (sombras) ..¿no crees que él se felicite del cambio y experimente conmiseración por la suerte de los otros?...-Creo que, en verdad preferiría cualquier sufrimiento a aquella vida (de antes) – Pero considera aún lo siguiente: si volviendo a descender ocupase de nuevo el mismo puesto ¿no tendría los ojos llenos de tinieblas, al venir inmediatamente del sol?....Y si debía nuevamente competir para distinguir esas sombras con los que habían permanecido siempre en los cepos, él, mientas permanecería deslumbrado, ¿no causaría la risa y haría decir a los demás, que la ascensión le había gastado los ojos?...Pero si alguno tuviese inteligencia…recordaría que las perturbaciones de los ojos son de dos especies y provienen de dos causas: del pasaje de la luz a las tinieblas y de las tinieblas a la luz.  Y pensando que lo mismo sucede también para el alma… indagaría si , viniendo de vida más luminosa, se encuentra oscurecida por falta de hábito a la oscuridad, o bien si, llegando de mayor ignorancia a una mayor luz, está deslumbrada por el excesivo fulgor

(Rep.. VII, 1-3, 513-18)
Actividad:
1) Reflexiona sobre la lectura del texto de Platón y  comenta dicho texto.
2) Qué se comprende por apariencia y realidad?
3)     Explica la contraposición entre multiplicidad y unidad.
4) Analiza las diferentes dimensiones filosóficas que dicho texto plantea:       
    antropológico, metafísico, gnoseológica y ético


La teoría de las ideas Platón. El idealismo y la realidad (apariencia y realidad)



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ARISTÓTELES
LA NATURALEZA Y LO NATURAL COMO REALIDAD


“Algunas cosas son por naturaleza, otras por otras causas.  Por naturaleza, los animales y sus partes, las plantas y los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire y el agua –pues decimos que éstas y otras cosas semejantes son por naturaleza.  Todas estas cosas parecen diferenciarse de las que no están constituidas por naturaleza,   porque cada una de ellas tiene en sí misma un principio de movimiento y de reposo, sea con respecto al lugar o al aumento o a la disminución o a la alteración.  Por el contrario, una cama, una prenda de vestir o cualquier otra cosa de género semejante, en cuanto que las significamos en cada caso por su nombre y en tanto que son productos del arte, no tienen en sí mismas ninguna tendencia natural al cambio; pero en cuanto que, accidentalmente, están hechas de piedra o de tierra o de una mezcla de ellas, y sólo bajo este respecto, la tienen.  Porque la naturaleza es un principio y causa del movimiento o del reposo en la cosa a la que pertenece primariamente y por sí misma, no por accidente”.
Aristóteles, física L. II 1026-1-24 pags 128-129 Madrid Ed. Gredos 1995



ACTIVIDAD:
¿Qué significa para Aristóteles “ser por naturaleza”?
¿A qué se opone “lo natural”?
Qué es lo que hace diferenciar lo uno de lo otro?


“(….) si algo es, es la “cosa” que camina o que está sentada o que se encuentra bien.  Y la razón por la cual estas cosas parecen ser más entes, es  porque tienen cierto sustrato, es decir, la ousía y el individuo particular, que es lo que claramente está implicado en la categoría en cuestión.(….).  Resulta claro que es por la ousía que cada una de las cosas mencionadas existe.  De aquí que el ente, en sentido primario y no en sentido restringido sino absoluto, será la ousía.”
Metafísica, Aristóteles, SIV a.c.

 “Actividad” es la existencia plena de la cosa y no del modo en que decimos que está “en potencia”.  (….) llamamos “sabio” en potencia al que, si bien no se encuentra en actitud teórica, tiene sin embargo capacidad teórica.  La otra manera de existir es el existir en actividad.  Lo que nos proponemos expresar se puede aclarar por inducción echando mano a casos particulares, pues no es necesario esforzarse en definir todo, sino  en captar las estructuras análogas; en la misma relación que el que construye está con el que tiene la capacidad de construir, o está el despierto con el dormido; y el que ve con el que tiene los ojos cerrados pero que tiene vista; y lo separado de la materia con la materia y el producto terminado con el material en bruto.  El primer término de esta diferencia caracteriza a actividad, el otro la potencia”.    
 Metafísica, Aristóteles S IV a.c.

ACTIVIDAD:
1) Reflexiona qué es la ousía.
2) Explica que significa la actividad y la potencia.
3) Cómo resuelve Aristóteles la transformación de la realidad

La realidad para Aristóteles (realismo)



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EL CONOCIMIENTO
¿Qué es conocer?
La relación  sujeto que conoce y objeto conocido.

El conocimiento es algo tan  próximo a nosotros que no nos percatamos de que está ahí;  es una realidad tan cercana que la confundimos con nuestro propio yo. Vivir es, en gran medida, conocer; conocemos lo que  nos rodea ahora, nuestros sentimientos, lo que aprendemos en clase, nuestro propio cuerpo.  De todo ello tenemos consciencia.  Pero ¿Qué es en realidad  eso que llamamos conocimiento?


“(…) En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto. El conocimiento se  presenta  como  una  relación entre  estos  dos  miembros, que  permanecen en  ella eternamente separados el uno del otro. El dualismo de sujeto y objeto pertenece a la esencia del conocimiento.

La relación entre los dos miembros es a la vez una correlación. El sujeto sólo es sujeto para un objeto y el objeto sólo es objeto para un sujeto. Ambos sólo son lo que son en cuanto son para el otro. Pero esta correlación no es reversible. Ser sujeto es algo completamente distinto que ser objeto. La función del sujeto consiste en aprehender el objeto, la del objeto en ser aprehensible y aprehendido por el sujeto.

Vista desde el sujeto, esta aprehensión se presenta como una salida del sujeto fuera de su propia esfera, una invasión en la esfera del objeto y una captura de las propiedades de éste. El objeto no es arrastrado, empero, dentro de la esfera del sujeto, sino que permanece trascendente a él. No en el objeto, sino en el sujeto, cambia algo por obra de la función de conocimiento. En el sujeto surge una cosa que contiene las propiedades del objeto, surge una "imagen" del objeto.(…)”.
Hessen, J., Teoría del conocimiento, Madrid, Espasa Calpe. 1966, p. 26

ACTIVIDAD:

1)      Explica el significado de lo que el autor califica como  “dualismo”
2)      Por qué se afirma que entre sujeto  y objeto hay “correlación”
3)      Por qué tal correlación “no es reversible”
4)      Explica el significado de “trascendente”
5)      ¿Cómo diferencias un perro que trata de morderte en un sueño de uno real?